PROPUESTA

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Intramuros - extramuros; adentro - afuera; arriba - abajo; lleno - vacío; muralla - contra muralla; residual - intencional; hombre - mujer; rico - pobre.  Tantos bordes invisibles que por años se han vivido en Latinoamérica nos hacen pensar que el programa para el Baluarte de Barlovento debe ser esa capa intermedia entre los contrastes y contradicciones generados por la sociedad y plasmados en la arquitectura.  

Se propone que se diseñe un techo descolgado que no toque el muro pero que lo resalte, que no le quite importancia pero que lo acompañe, que sea tan intencional en lo residual.

A través de un minucioso y constante trabajo de arqueología urbana se encuentran restos de mosaicos de pasta de lo que fuese alguna vez una casa construida sobre el foso seco de la muralla.  El diseño tan femenino, tan colonial, tan Casco Antiguo inspira a los diseñadores a trabajar en geometría sagradas para producir un dosel.

Una pieza con una geometría sencilla pero que en su repetición tiene la capacidad de llenar espacios y generar asombro mientras que condiciona la mirada para querer ver el cielo de verano y logra darle escala humana a un espacio extramuros residual.

Una instalación que baila con el Barlovento pero que a pesar de sus nodos metálicos contratantes logra mostrarse tan frágil, tan femenina.

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